He recibido con dolor y profunda decepción la no inclusión de Pepe Extremadura entre los galardonados con la Medalla de Extremadura.
No pongo en duda los méritos de los premiados que, sin duda, habrán sido valorados por el Jurado Calificador, pero no es menos cierto que no es razonable ni fácilmente asumible que se excluya entre los premiados a una persona como Pepe Extremadura, avalada por alcaldes y ayuntamientos extremeños, por la práctica totalidad de los centros extremeños de Madrid, Catalunya, País Vasco, Valencia o Andorra, por numerosas personalidades, extremeñas y no extremeñas, del mundo de la política (en expresión de la más amplia y efectiva pluralidad política), de la cultura, música, asociaciones de todo tipo, etc., que han expresado públicamente su apoyo a Pepe, dirigiéndose por escrito al Presidente de la Junta de Extremadura y/o al Presidente de la Asamblea de Extremadura.
Entre los numerosos apoyos expresados, el propio presidente de la Junta recibió, en sede institucional, una copia documental que avalaba la entrada de más de 5.000 visitas y más de 1.000 comentarios de apoyo a Pepe que se habían recogido en este blog, procedentes de personalidades públicas muy significativas de la política, cultura, vida social, empresarial o económica, y también de personas y familias extremeñas de toda condición, que aprecian a Pepe y que reclamaban que, por fin esta vez, se reconociera a Pepe su labor.
Pues bien, todos lo que hemos apoyado a Pepe nos sentimos muy defraudados con la decisión y solicitamos una explicación, no por la elección de los premiados, a los que respetamos, sino por la no inclusión de Pepe entre los galardonados y, más específicamente, una respuesta pública a por qué no se ha tenido en cuenta en unos premios de la democracia, la sólida voluntad, expresada con miles de firmas individuales y de asociaciones, con argumentos muy convincentes, copia de cuyos textos, repito, fue entregada al Presidente de la Junta.
Sólo me resta agradecer a esas miles de personas y asociaciones su participación en la campaña y a Pepe le envío desde aquí un abrazo e insto a la institución que corresponda, a que proceda a otorgarle un reconocimiento público sin más dilación, en justa compensación por su dilatada y positiva tarea en pro de Extremadura y de sus gentes, residan en su tierra o formen parte de la diáspora del pueblo extremeño.