En la Casa de Galicia en Bilbao, el pasado 16 de diciembre, se presentó una serie de tres libros con el título genérico de «Camino de Santiago«, de Francisco J. Relloso.
Abrió el acto el presidente de la Casa de Galicia, José Antonio Blanco, con una breve semblanza del autor ante el numeroso público que le acompañaba.
En la foto, agachados, a la izquierda, José David Fidalgo, vicepresidente de la Casa de Galicia y José Antonio Blanco, presidente; de pie, de izquierda a derecha, Pepe Extremadura, Antonio González, el autor Franciso J. Relloso, José María Gorordo, y Mikel Ortiz de Arratia, exconcejal de cultura y turismo del ayuntamiento de Bilbao
Son tres los libros de la serie: el primero prologado por el que fuera presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, el segundo, por el lehendakari del Gobierno Vasco, Patxi López, y el tercero, por mí mismo.
El Camino de Santiago, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es la ruta que numerosos peregrinos procedentes de toda Europa recorren para llegar a la ciudad de Santiago de Compostela para venerar las reliquias del Apóstol Santiago.
De acuerdo con diversas fuentes que se manejan, fue a finales del siglo VIII y en concreto, a partir de 813, con el hallazgo de las reliquias del apóstol y con el beneplácito de Carlomagno, que quería defender sus fronteras de invasiones árabes, cuando Compostela se convertiría progresivamente en un centro de peregrinaje que recibiría un fuerte impulso durante la primera mitad del siglo XII. Muy pronto, la noticia se extendió por toda la Europa cristiana y los peregrinos comenzaron a llegar al lugar del sepulcro, el denominado Campus Stellae (hoy Compostela).
Después del siglo XIV se produjeron muchas convulsiones sociales en Europa que desviaron a los peregrinos potenciales hacia otros destinos. Ello, unido a la Reconquista, hizo que el Camino de Santiago perdiera el esplendor de los siglos anteriores. El siglo XV tampoco ayudó a su revitalización, plagado de acontecimientos desagradables en el viejo continente: guerras, hambre, peste, malas cosechas, sequías. Aun así, muchos creyentes seguían acudiendo hasta la tumba del apóstol para cumplimentar su penitencia pero, año tras año, el Camino fue cayendo en el olvido, hasta que volvió a resurgir con posterioridad.
El primer libro, titulado Camino de Santiago, Vía de la Plata (con origen en Sevilla, hasta Astorga, en León, donde enlaza con el camino francés, siendo el recorrido hasta Santiago de 956 Kms., y se pasa por Zafra (Badajoz), Mérida (Badajoz), Cáceres, Plasencia (Cáceres) Béjar (Salamanca), Salamanca, Zamora y Benavente (Zamora).
El segundo lo dedicó al Camino del Norte, muy promocionado en los últimos años por las autoridades autonómicas y locales del Norte (País Vasco, Cantabria, Asturias y La Coruña), con frutos evidentes en cuanto a su utilización.
Y en esta nueva entrega, Francisco J. Relloso retrata tres caminos distintos: Camino Aragonés, Camino Portugués y Camino Primitivo. Nos da consejos y reflexiones útiles, en relación con la preparación previa, el equipamiento y comenta igualmente sobre cuestiones de higiene y salud.
El libro es, sin ninguna duda, un texto de madurez. No es la típica publicación propagandística de las rutas descritas, sino que, con una pluma reposada, se vislumbra un contenido muy pensado, bien apoyado en la propia experiencia de su autor, que acumula, en sus botas y mochila, la friolera de más de 5.000 kilómetros acreditados con sus correspondientes credenciales.
Francisco J. Relloso, comienza con el Camino Aragonés, que lo describe en siete etapas, de Zaragoza a Pamplona; continúa con el Camino Portugués (desde Ponte de Lima, en Portugal, a Santiago) otras siete, y en la tercera parte, retrata el Camino Primitivo (desde Oviedo, Lugo a Santiago), a lo largo de 15 etapas.
El método del autor para transmitir al lector sus sentimientos es claro y convincente, propio de un técnico formado en las ecuaciones y en la lógica matemática, como es el caso de Francisco J. Relloso. Precisa la dificultad de cada etapa, los kilómetros a recorrer cada día; relata con gran belleza los lugares que transita; apunta un sinfín de anécdotas relativas a la flora y fauna, pueblos, valles, montañas, puentes, iglesias y monumentos, y registra las múltiples relaciones humanas enriquecedoras que van surgiendo a lo largo del camino.
Con un estilo ameno, directo y muy descriptivo, el autor, que se define como “peregrino a pie”, nos acerca a los detalles de cada ruta, cultivados con unas notas que, a modo de diario, va recopilando cada atardecer, mientras descansa en el albergue o en la posada. A ello debe añadirse una edición muy cuidada, con profusión de fotos y bellos dibujos del propio autor, que hace muy agradable su lectura.
Yo soy una de esas personas que nunca ha terminado una ruta completa del Camino de Santiago, a pesar de haberlo intentado varias veces, desde Bilbao, en bicicleta, o, andando, desde el Monte do Gozo. Me imagino que como muchos de los lectores de este libro.
No es el caso de Francisco J. Relloso, un perito industrial de profesión, que ha dedicado muchos años de su vida laboral a la empresa Petronor, embarcado ahora en la bonita tarea de la literatura.
Confío en que al lector le resulte tan gratificante y enriquecedor este libro como me ha resultado a mí, especialmente en este año Jacobeo de 2010.
Foto tomada en la presentación de la serie de los tres libros: en el centro, su autor, Francisco J. Relloso; a su izquierda, el presidente de la Casa de Galicia en Bilbao, José Antonio Blanco, y a su derecha, el titular de este blog, José María Gorordo
De izquierda a derecha, Antonio González, Francisco J. Relloso, José Antonio Blanco, Pepe Extremadura y José Fernández Carballo
De izquierda a derecha, Francisco J. Relloso, Paco Álvarez, Ricardo Molinero y José Ramón Blanco
De izquierda a derecha, Raquel Pérez, Pepe Extremadura y María Carmen Relloso
De izquierda a derecha, Francisco Relloso, José Antonio Blanco, Pepe Extremadura y José María Gorordo
En la foto, de derecha a izquierda, Juan Basabe, Antonio de la Fuente, Luis Rojo, Ángel Villanueva, Juanjo Otero, Ricardo Molinero, Valero Guillén y Germán Ausín
En el centro de la foto, el presidente del Excmo. Club Taurino de Bilbao, Daniel Gómez, junto a Cristina Huertas, Pepe Extremadura y Ramón Colmenero (a la derecha)
Francisco J. Relloso dedica libros a Gregorio Aguirre y Begoña Ariño