El 13 de julio de 1989, publiqué en «El Correo Español-El pueblo Vasco» un artículo-propuesta, titulado «Por un Espacio Económico Vasco«, que generó una fuerte polémica. Era este:
Propuesta que fue criticada por algunos dirigentes políticos del PSOE y apoyado por otros tantos de EAJ-PNV. Entre estos últimos, José María Makua y Javier Arzalluz.
Tres años después, el año 1992, el periódico «El País» publicó un nuevo artículo mío, titulado «Por un espacio económico propio» . Era este:
La propuesta, sin duda alguna relevante y original, no fue asumida por los partidos políticos mayoritarios, hasta que el 9 de noviembre de 1995, la candidatura ciudadana «Iniciativa Ciudadana Vasca/Euskal Huritarren Egitekoak«, con una importante representación en las Juntas Generales de Bizkaia, presentó la siguiente «Proposición No de Norma«, cuya parte dispositiva era del siguiente tenor literal:
A la Mesa de las Juntas Generales de Bizkaia
Proposición No de Norma:
– Las Juntas Generales se manifiestan en favor de la creación de un Espacio Económico y Social Vasco, cohesionado entre sí y apoyarán, en el ámbito de sus competencias, cuantas iniciativas se planteen en este sentido.
Justificación: La Proposición No de Norma es, necesariamente declarativa. Pretende que las Juntas Generales de Bizkaia asuman como propia una idea de apoyo a la creación de un espacio económico y social vasco, tal y como se explica en la Justificación que sigue a continuación.
Defender la creación de un Espacio Económico y Social Vasco no es el logro de un Marco Autónomo en las Relaciones Laborales. Ni el que las Instituciones Vascas participen en los Consejos de administración de las empresas públicas estatales. Ni conseguir que la Seguridad Social sea gestionada desde las Instituciones vascas. No es tampoco alcanzar una capacidad de regulación económica y social en el ámbito autónomo. Es cada una de esas cosas, ciertamente, pero no sólo eso. Tampoco se pretende lograr la autarquía en una Unión Europea cada vez más interdependiente en lo económico y social. Pero tampoco es que, en virtud de argumentos más o menos discutibles, más o menos falaces, se rechace la capacidad de autogestión económica en el ámbito vasco apelando a la cada vez mayor dependencia de la Unión Europea. Para los que defendemos la creación de un Espacio Económico Vasco recurrir a este argumento supone una trampa.
Precisamente teniendo en cuenta la cada vez mayor interdependencia económica, teniendo en cuenta el Espacio Económico Europeo, se trata de conformar un ámbito de decisiones propias, en lo económico y social. Es afirmar que sin autogobierno económico no hay autogobierno político. Es defender la soberanía económica para hablar realmente de autogobierno.
Proposición que fue aprobada por las Juntas Generales de Bizkaia el 24 de enero de 1996, con el voto de, además de nosotros los proponentes, Ángel Libano Markaida (q.e.p.d.) y yo mismo, con el apoyo de EAJ-PNV, Herri Batasuna y Eusko Alkartasuna, una mayoría muy amplia de la representación política vizcaína.
Con estos antecedentes imprescindibles para el análisis, en la entrada anterior he hecho referencia a propósito de la evolución de tres entes relevantes y significativos del País Vasco: la empresa Petronor, independiente, entonces con accionariado equilibrado repartido en tres tercios, PEMEX, Administración Central y entidades financieras vascas, entre ellas, y con una importante representación accionarial las dos Cajas de Ahorro Vizcaínas, y a través de ellas, sus instituciones fundadoras, Diputación Foral de Bizkaia y Ayuntamiento de Bilbao; y dos entidades públicas creadas bajo los auspicios de las instituciones vascas, Euskaltel y Ente Vasco de la Energía (EVE).
Han pasado más de 30 años desde entonces y es momento de hacer un balance de su actual significación, en estos y en otros ámbitos empresariales, y en relación con el «marco autónomo en las relaciones laborales«, objetivo también incluido en la propuesta, que, una vez aprobada, se constituyó en un compromiso político, el de la creación de un «espacio económico y social vasco«.
Este el el objetivo de estos análisis, que continuaré en próximas entradas.
¿Puede existir Europa sin Euskal Herria ?